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Capitalismo: la religión de la guerra (El regreso de Engels)

Recién leí un muy buen artículo de Wolfgang Streeck en la New Left Review, el título es (a traducción libre: La Segunda Teoría de Engels: La tecnología, la guerra y el crecimiento del Estado. En esta reflexión se apunta correctamente a dimensionar nítidamente la cualidad de la aportación de Friedrich Engels al Materialismo Histórico (MH). Contrario a lo que se pueda pensar, Engels no se encontraba "por debajo" de la capacidad intelectual de Marx sino desarrollando vías adicionales para la reflexión del desarrollo del capitalismo rumbo al siglo XX. Por decirlo de alguna manera (y como se dice, a manera de provocación), podemos decir que Engels pudo usar el robusto mecanismo lógico -producido por Marx- para sentar las bases de la teoría del imperialismo sin la que el siglo pasado es incomprensible. Mientras que Marx dibujó perfectamente que el capitalismo es, al final de cuentas, una religión, Engels agregó la importancia del estudio de la guerra mundial como proceso indispensable para comprender el proceso de liberación material y transición hacia la necesaria siguiente fase histórica: el socialismo.


Como es sabido, El Capítulo 24, el de la acumulación orginaria, resume todo el terrible proceso de tránsito del feudalismo al capitalismo industrial, describe los horrendos procesos que le arrebataron toda propiedad a los productores reales. A cada comunidad le fue expropiado su forma de vida, su forma de propiedad. El Capitalismo significa esta capacidad para subsumir formas de vida y refuncionalizarlas bajo la égida del interés privado. Los asuntos de tránsito histórico son mediados por un problema de propiedad. Por tanto, la guerra capitalista imperial, se puede decir, es una guerra económica en el sentido que su efecto y poder tienen por objetivo arrebatar propiedad para volverla presa del proceso de valorización. Por decirlo con una imagen: el capitalismo es como un virus que refuncionaliza el sistema inmune para que en lugar de proteger, ataque. Se crean, con ello, mecanismos de autodestrucción, así como el concepto de "medios de producción" nos refiere al proceso de acumulación incesante, la categoría "medios de destrucción" habla del comando del proceso bajo sus intereses geo-estratégicos. Este concepto, esta perspectiva política aterrizada al terreno histórico representa el inicio del análisis geopolítico. Esta perspectiva, de acuerdo con este texto, se la debemos al camarada Engels.


Marx, por su parte, desarrolló con precisión las leyes que demostraban lo inevitable del crecimiento ad infinitum hasta la constitución del mercado mundial. La tendencia del capitalismo es, desde esta lógica, muy clara: al capitalismo le deviene como consecuencia de su propio éxito, las condiciones para una sociedad mundial cualitativamente diferente. La pregunta de Engels, o la "segunda teoría" como indica el autor que comentamos, va más allá y se pregunta cómo eso sería materialmente posible dado el crecimiento del Estado hasta constituir ejércitos regulares y avanzar decididamente en una carrera armamentista. La gran pregunta, que hará falta indagar es: ¿Qué fuerza lleva a quién, si la tecnología - digamos - civil lidera a la tecnología militar o viceversa? Con ello se interconecta un puente fundamental: pensar el desarrollo tecnológico como un asunto geopolítico.


Ahora bien, se suele pensar, valga esta acotación, que esto es un tema de "los capitalistas", que la tecnología es, incluso, gracias a la inventiva y sacrificio de la clase capitalista, esto porque la tecnología se confunde con un "medio de producción neutral", sugiero que si consideramos el asunto bajo la categoría de "medio de destrucción" se abre el panorama para comprender que la fuerza dominante está del lado de lo militar, del mecanismo de agresión para arrebatar medios de producción. El polo opuesto a esta determinación recae en que la tecnología debe ser pensada como un proceso social, o mejor dicho, se entiende como un proceso social-ecológico cuando quien la piensa no es la clase capitalista, sino la clase popular. Es decir, el pensamiento geopolítico tiene por objetivo la comprensión y entendimiento de las relaciones mundiales de dominio para poder postular la necesidad de su remoción histórica.


Para terminar este comentario, la teoría de la transición del capitalismo al socialismo suele levantar suspicacia por su aparente determinismo, si Marx y Engels buscaban ir tan profundo en sus distintas áreas de análisis era porque sabían que mientras más potente fuese el entendimiento dialéctico de los procesos sociales, sería más fácil develar con sencillez al lenguaje común el indignante absurdo del actual estado de cosas, porque en última instancia, los "medios de destrucción" es una fuerza que retarda (al mismo tiempo que la sigue impulsando en su contradicción interna) la transición. A esta fuerza sólo se le puede contraponer una fuerza cualitativamente diferente, consciente y actuante, es el momento de los no-propietarios, el 99% relegado, estos grandes amigos jamás dudaron de la tendencia, sí de las formas y las fases intermedias que pudiesen surgir, pero nunca dudaron de que el triunfo histórico se encuentra reservado para la clase trabajadora.


Si nos atrevemos a analizar desde la perspectiva geopolítica es porque mantenemos encendida esa pretención de liberación, sino solo se trata de geopolitiquería.





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