La Realidad que enfrentamos todos los días es el resultado de la interacción masiva de infinitas intergénesis que transforman la energía de lo social-colectivo. No obstante, existen niveles o dimensiones de aproximación a la subjetividad propia que deben ser tomadas en cuenta:
Consideremos SubInmediata como una categoría que apunta a la experiencia directa del sujeto en su realidad social. SubNodal se refiere, por su parte, a la experiencia general de mi cultura o comunidad nacional, es decir, la particularización de la experiencia histórica; y, por último, la SubGlobal, en la que se toma conciencia de los movimientos geopolíticos, geoeconómicos y geológicos que van transformando las condiciones en las que se modificará necesariamente SubNodal y SubInmediata.
Se trata, por supuesto, de una dialéctica de la experiencia práctica, debido a que cada una de ella produce, por sí misma, un tipo de imagen o conciencia funcional para cada dimensión. Pero que en la realidad cada una es co-implicante de las demás, por lo que develar ese mecanismo de articulación se convierte en necesario para comprender la dinámica coyuntural o dinámica de fase del nodo.
No obstante, a esta identificación estructural-lógica se le debe vestir con la relación de dominio instalada, en este caso la de la explotación capitalista. En la que se ha identificado, mediante el análisis del fetichismo de la mercancía el hecho de que la experiencia económica global se reduce de actividad humana a actividad entre cosas. Por lo que SubInmediata se constituirá como una dimensión en la que domina la relación sujeto-cosas, es decir, el sujeto, como toda la comunidad, deviene en cosa.
Esta dimensión entonces cosificada invierte el orden de los procesos e impone una visión general donde queda plenamente justificada una forma económica establecida. En este caso se trata de la visión del mercado necesaria para la reducción que el capital hace del trabajo humano para efectos de impulsar el proceso de valorización. Aún cuando la diversidad de la realidad sigue siendo experimentada se tiende a identificar con claridad solo aquellos principios nodales que se encuentran dentro de esta ideología de la cosificación. En este sentido es que se vuelven dominantes. Se trata de la ideología capitalista. Por tanto, si no se cobra conciencia de dicha relación de dominio con todo su contenido, entonces se genera por deafault una subjetividad capitalista. El sentido común es el sentido común del dominador.
Entonces, para poder superar o trascender SubInmediata a SubNodal implica el trabajo metódico para analizar las categorías de tal manera que revelen cómo esta experiencia inmediata responde no a una relación de dominio sujeto-objeto sino sujeto-sujeto. Esta nueva realidad relacional exige la elevación de la lógica formal a la lógica concreta para poder hacer aparecer las funciones o procesos objetivos (virgulilla) que son los verdaderos determinantes en la Realidad en su evolución histórica.
El nivel SubNodal parte de la conciencia de evolución entre fases donde los cambios estructurales (es decir, la disposición de procesos objetivos) cobran centralidad. Para develar esta realidad no es suficiente la SubInmediata, se debe trascender a SubNodal para asimilar las categorías que permiten un conocimiento funcional de la totalidad orgánica (y planetaria) particularizada en una comunidad nacional. Es decir, la identificación de fase evolutiva en la que se encuentra mi realidad nodal. Depende de esta conciencia efectos inmediatos en la SubInmediata. Se activan nuevas posibilidades de acción dada la incorporación de fases y fuerzas funcionales que orientan mi acción práctica.
Este salto exige un ordenamiento cuidado de la reflexión lógica que reconstruye las categorías que develan la totalidad de conjunto. Esta es la dimensión correspondiente a la ciencia social que tiene a cargo la interpretación crítica de los procesos relacionales para permitir la acción transformadora. Es por ello que la discusión epistemológica del método no representa una exquisitez intelectual sino una condicionante para la praxis revolucionaria.
Los planes de estudio en las Universidades van cambiando históricamente conforme a las relaciones de poder. El problema es que fue aceptada la reducción a cosas o cosificación instrumental en la que el contenido del pensamiento económico significó una forma ideológica para contener la subjetividad producida dentro de la SubInmediata en tanto necesidad de reproducción mercantil global. Por tanto, la superación política exige una renovación metodológica en tanto que la lógica formal, suficiente para la visión neoclásica neoliberal, solo reitera la relación sujeto-objeto por lo que la lógica concreta o dialéctica es necesaria para poder pensar ordenadamente la interrelación entre procesos, pero también sus vías de transformación.
Por ello es que la revolución de las conciencias significa la revolución del método científico, y un nuevo método exige una nueva pedagogía (para poder mostrarla colectivamente y que haga sentido). El método de conocimiento debe entrenarse en reconocer no solo cosas y sus magnitudes, sino relaciones y sus cualidades. Sin perder de vista la que deriva de la ley de desarrollo capitalista de Marx. Donde las fases están previstas o identificadas y la problemática es, sin duda, relacional entre sujetos, pero no solo a nivel nodal o próximo-colectivo, comunidad nacional, sino a escala planetaria e histórica.
Esta conciencia no solo alberga la realidad subjetual (S-S) sino la realidad en tanto comunidad global con historia universal o civilizatoria, es decir, compartimos una visión unificada del momento histórico experimentado, pero además ascendemos a un nuevo nivel crítico entre la Comunidad Nacional en tanto Sujeto Colectivo (SC) y la Comunidad Mundial y Planetaria (CMP), es decir, la Intergénesis global (SC - CMP) con la comunidad histórica. Pero para reducirlo a sus términos esenciales, el reconocimiento de SC da paso a la Sociedad (S) y su relación con la Naturaleza (N).
1er nivel S-O (sujeto-objeto)
2do nivel S-S (sujeto-sujeto)
3er nivel S-N (sociedad-naturaleza)
Además, se activa la profundidad histórica de la existencia de otras fases con experiencias económicas diversas e igual de arraigadas en su momento. La SubGlobal o SubPlanetaria requiere de otro tipo de conocimiento o mejor dicho, de una elevación teórica que permita indagar más allá de la totalidad orgánica impuesta, es decir, no solamente rebasa el nivel crítico de la cosificación, también es necesario asumir la noción de realidad relacional para poder comprender la complejidad del sistema social en tanto un ser colectivo. Para trascender esta elevación, la orientación histórica y filosófica fundamental de la visión civilizatoria requiere una conciencia de esta evolución en tanto especie, pero también en tanto proceso natural originario. En este momento se supera también la visión moderna o capitalista, cuya última fase tiene que ver con el desconocimiento de la naturaleza como proceso y su reducción a cosa. Dicho de otra manera, en el momento en el cual se cosifica lo humano y la Naturaleza se completa el ciclo del fetichismo de la mercancía.
Es el momento de la necesidad de renovación del paradigma. Es decir, el salto metodológico. No solo lo relacional sino lo relacional-histórico para interpretar y tomar conciencia del movimiento global que afecta los fundamentos de toda la economía planetaria en la que estamos toda la especie humana.
Esta discusión necesita del ordenamiento categorial, sin duda, pero también necesita de la apertura hacia nuevas formas de experimentación del conocimiento, no solo para efectos de lo relacional sino también la sensibilidad con respecto al cambio social. Bajo este alcance a SubGlobal o SubPlanetaria es que se puede trascender inter-civilizatoriamente al capital. En la SubInmediata deben revelarse, entonces, un fastuoso laboratorio para la confección del nuevo mundo.